La transformaci贸n del orden financiero global es un hecho innegable. Si bien el d贸lar estadounidense contin煤a siendo la moneda dominante en el comercio internacional, su hegemon铆a est谩 mostrando signos de desgaste. En el a帽o 2000, el d贸lar representaba el 70% de las reservas mundiales; para 2023, esa cifra ha descendido a un 58.36%. Este cambio es indicativo de una reconfiguraci贸n en la arquitectura financiera global, impulsada por el surgimiento de nuevas potencias econ贸micas y la creciente influencia del bloque de pa铆ses emergentes, conocidos como los BRICS.
Esta evoluci贸n no ha ocurrido de manera aislada. La emergencia de econom铆as como China y el rol de los BRICS han creado dos bloques financieros con visiones diferenciadas del futuro. El bloque tradicional, surgido de los acuerdos de Bretton Woods de 1944, ha sostenido el comercio global durante d茅cadas. SWIFT, el sistema de procesamiento de pagos, gestiona millones de transacciones financieras diarias y es el eje de este sistema. No obstante, este orden, est谩 hoy ante una disyuntiva crucial.
Los BRICS, liderados por China, est谩n desarrollando alternativas para desafiar el dominio del sistema financiero tradicional. China ha implementado su propio sistema de pagos, el CIPS, y ha introducido el yuan digital, que cuenta ya con m谩s de 260 millones de usuarios y ha registrado transacciones por encima de los 13.9 billones de yuanes. Estas medidas demuestran una clara intenci贸n de crear una econom铆a menos dependiente del d贸lar y del sistema SWIFT, perfilando un nuevo paradigma donde las monedas digitales podr铆an ser determinantes.
Para Sudam茅rica, la existencia de estos dos bloques es una oportunidad sin precedentes. Los datos de 2022 evidencian una notable paridad en el comercio: la regi贸n exporta $165.7 mil millones a China y $183.2 mil millones a Estados Unidos. Este balance equitativo coloca a Sudam茅rica en una posici贸n geopol铆tica 煤nica, en la que puede mantener relaciones comerciales estrat茅gicas tanto con el bloque tradicional como con el emergente. La naturaleza del comercio tambi茅n var铆a; mientras que a China se exportan principalmente materias primas, el comercio con Estados Unidos incluye productos manufacturados y servicios.
¿Deber铆a Sudam茅rica elegir un bando en este nuevo orden financiero? Los datos sugieren que no. La regi贸n est谩 en una posici贸n privilegiada para beneficiarse de ambos bloques, conservando su independencia. Esta paridad en los vol煤menes de exportaci贸n representa una fortaleza que Sudam茅rica puede utilizar para negociar con ambos lados, estableciendo una postura estrat茅gica en lugar de una subordinada. Este balance puede permitir a la regi贸n alcanzar una estabilidad econ贸mica sin tener que comprometer su soberan铆a.
La posibilidad de desarrollar un sistema financiero aut贸nomo se vislumbra con iniciativas regionales, como el Sistema de Pagos en Monedas Locales del Mercosur, y las tecnolog铆as de finanzas descentralizadas como blockchain. Este enfoque podr铆a reducir la dependencia de sistemas externos, permitir transacciones sin intermediarios y aumentar la transparencia, creando un modelo propio que funcione en armon铆a con ambos bloques. Sin embargo, lograr esto requerir谩 una voluntad pol铆tica y una coordinaci贸n regional sin precedentes.
La geograf铆a, los recursos naturales y la adopci贸n de tecnolog铆a avanzada son ventajas estrat茅gicas para Sudam茅rica en este contexto. En lugar de elegir entre dos sistemas preexistentes, la regi贸n tiene la capacidad de crear un modelo 煤nico, aprovechando su actual equilibrio comercial. Este escenario plantea una oportunidad hist贸rica para Sudam茅rica de moldear un nuevo orden financiero global en el que, en lugar de seguir tendencias externas, pueda convertirse en un referente de autonom铆a y estabilidad.
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