Cada Navidad, miles de niños y jóvenes se decantan por pedir a
Papá Noel o a los Reyes Magos un teléfono móvil. Y aunque existen smartphones para niños, la
mayoría de ellos optarán por los modelos de moda, a veces alejados de sus verdaderas
necesidades.
A la hora de comprar un móvil para niños debemos saber qué características ayudarán a hacer un
uso racional y positivo de estos dispositivos. Porque prohibir ya no es una opción. Para ayudar a
los padres a que puedan elegir con sus hijos qué móvil pedir a los Reyes, desde SPC aconsejan
prestar atención a 5 características imprescindibles:
1. Un diseño robusto, compacto y ligero
El móvil de nuestros hijos seguramente va a sufrir más de una caída ya que, como es natural, los
niños y jóvenes pueden ser más descuidados. Si apostamos por un dispositivo robusto, pero a la
vez ligero y compacto, reduciremos la posibilidad de que una mala caída destruya un dispositivo
muy complejo. Además, los móviles de pequeño tamaño serán más fácil de manejar y, por tanto,
se adaptarán mejor a las manos de nuestros hijos.
2. Potencia y facilidad de uso para el usuario junior
Por lo general, un smartphone para niños debe tener en cuenta tanto su potencia como su
facilidad de uso a la hora de utilizarse. Así, lograremos que los hijos aprendan a utilizar la
tecnología.
Si queremos que nuestros hijos se inicien en el uso del smartphone, una buena forma de hacerlo
es apostando por un móvil de gama media. No solo serán más baratos, sino que permitirán a los
jóvenes apostar por un uso más racional y dejar a un lado la potencia del dispositivo móvil.
3. Con cámara y con cabeza
Los adolescentes querrán un móvil con cámara para inmortalizar momentos con sus amigos. No
debemos tener miedo por ello, pero lo ideal sería explicar adecuadamente a nuestros hijos cómo
emplear la cámara de fotos y vídeo. Por ello, hay que hablar de privacidad y uso responsable, de
manera que no hagan fotos y vídeos a terceros sin su consentimiento, que no compartan
determinados contenidos en redes sociales y, por supuesto, que nunca hagan o se hagan fotos
íntimas, ya sea voluntariamente o por petición de otra persona.
Se puede disfrutar de la cámara del móvil sin correr riesgos. Si la cámara es muy importante para
tus hijos, SPC SMART ULTIMATE cuenta con un sensor de 13 megapíxeles, además de otras
prestaciones que convierten a este smartphone en un modelo muy interesante como primer móvil
para niños y jóvenes que buscan mayores prestaciones sin gastar mucho dinero ni renunciar a un
rendimiento más que positivo.
4. Batería para el día
Los niños y jóvenes pasan gran parte del día en el colegio o instituto, de manera que su
smartphone estará en reposo y, por ello, consumirá poca batería. Sin embargo, no debemos
olvidar que el móvil es también una garantía de tranquilidad para los padres ya que permite saber
si nuestro hijo está en peligro o necesita ayuda. Por ello, debemos optar por un dispositivo que
tenga una batería lo suficientemente potente como para aguantar todo un día de uso, de manera
que siempre podamos estar en contacto cuando sea necesario.
Además, desde SPC recomiendan enseñar a los niños y jóvenes a optimizar el uso de batería de
su dispositivo para que aprendan a gestionar correctamente este valioso recurso. SPC SMART
PRO es una buena opción, con 3GB de RAM, cámara de 8 megapíxeles y batería para todo el día
por apenas 109 euros.
5. Apps para todo y para todos
La tienda de aplicaciones de Google tiene millones de apps de todo tipo. Algunas son verdaderas
herramientas útiles, mientras que otras pondrán en peligro desde la productividad, hasta la propia
seguridad de nuestros hijos.
En primer lugar, habría que explicar a nuestros jóvenes estos riesgos para que apuesten siempre
por apps de calidad y utilidad. Pero también es importante asumir que los niños y jóvenes van a
querer utilizar el móvil para jugar, chatear o editar fotografías. En este caso, lo que deben hacer
los padres es ayudar a sus hijos a encontrar juegos y apps que estén ajustados a su edad y
enseñarles a hacer un uso responsable de su tiempo.
Para ello, podemos emplear los limitadores de uso de apps, que ya incluyen los principales
sistemas operativos: basta con reducir el tiempo máximo que el niño puede utilizar determinadas
aplicaciones y, cuando se alcance, se bloqueará el acceso a la misma. De este modo, evitamos
que nuestros hijos puedan pasar muchas horas al día buceando en redes sociales o jugando a
videojuegos, sin por ello tener que retirarles el móvil. Además, siempre podremos optar por apps
de control parental para controlar el uso y limitaciones de los smartphones de nuestros jóvenes.
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